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El café espresso, el arte de un buen café

Te mostramos las claves para preparar el mejor café espresso en casa

El café espresso está considerado como una de las mejores formas de preparar el café y también una de las más populares que se suelen pedir en los establecimientos. Para su preparación, se debe tener en cuenta unas habilidades y conocimientos básicos: dosificación correcta, mezcla, grado de molienda, prensado, presión y temperatura.

La mezcla equilibrada proporciona el mejor resultado de las dos variedades principales de café: robusta y arábica. El café robusta produce mejor crema que el café arábica y es por esta razón por lo que se suelen mezclar ambas, ya que incluso un pequeño porcentaje de robusta en la mezcla contribuye positivamente en el resultado de la crema. El café arábica por separado, consigue resultados de excelencia si el grano es procesado y tostado cuidadosamente. Sólo un café con indicación "100% arábica" es un café arábica puro sin mezcla de robusta.

El espresso perfecto sólo se consigue con café recién molido. Con la molienda se rompe la capa protectora del café perdiendo éste en poco tiempo la mayor parte de su aroma, por eso se aconseja utilizar café recién molido siempre que se pueda. Las máquinas más apropiadas son las que muelen a bajas revoluciones. La combinación ideal para este proceso se consigue cuando el grado de molienda se ajusta al grado del tueste del café. Para determinar la intensidad de molido debemos tener en cuenta la temperatura del agua que estará preferiblemente a 90º y que se irá calibrando según las características particulares de la máquina.

Atender a la dosificación, es decir a la cantidad de café que se utiliza en cada taza influye especialmente en su calidad final.

La calidad del agua es un factor primordial en el sabor final del café. Hay que utilizar agua mineral natural o en su defecto agua descalcificada para eliminar la cal pero manteniendo los componentes minerales. Demasiada cal terminará por afectar a la máquina e influir en el sabor del café.

La máquina de café es determinante en la preparación de un buen espresso. La presión ideal debe ser de 10 bares pero dependiendo de la máquina y sus características se podrá contar con una válvula de sobrepresión que pueda regular la presión directa sobre el café y calibrarla al gusto.
Tendremos en cuenta la limpieza de la máquina de café espresso para eliminar los restos de café que quedan entre la preparación de las tazas, permitiendo que el aroma y cualidades del café queden intactos.



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